Recostada en la cama tras un día más
de los escasos primeros del año ,mismos que supuestamente son de: renacimiento
, perdón e inicios limpios y lo único que podía hacer ella era pensar en el
pasado.
El corazón le impedía a su atolondrada mente
iniciar de cero, cerraba los ojos tratando de quitar su imagen, de borrar su
presencia y eliminar todo rastro de su
delicioso aroma (ese mismo que la estremeció miles de veces) pero mientras lo
hacía se daba cuenta que estaba condenada a no poder olvidar, sacudió la cabeza
inútilmente queriendo echar al vacío todo sentimiento, decidió entonces abrir
los ojos pero aún así podía verla tan vívida
y lejana a la vez.
Siempre había tenido la idea de que
ella era una mujer fuerte, del nuevo siglo una mujer moderna que no creía en
cursilerías ni en el amor verdadero, aún así con esa imagen creada de ella
misma , se encontraba recordando aquel momento romántico :
Esa noche en la cual tras unos tragos de tequila y una
conversación amena con su “amiga“ terminó la música que tocaba el estéreo , se
levantó y colocó en la bandeja el primer CD que encontró; de eso ya habían
pasado 2 navidades pero lo recordaba con máxima precisión, la bandeja se cerró
y así de las bocinas salió esa melodía con las inconfundibles voces de Tony
Bennett y Amy Whinehouse la canción body
and soul… recordó como la volteo a ver
con esa mirada juguetona estiro el brazo y susurró un ¿Bailamos? , así aquella
mujer que era invitada en la casa se puso de pie y bailaron de una forma en la
que nunca se imaginó bailar, únicamente la ropa les parecía sobrarles, al compás de la música sus almas se unieron al
igual que sus labios .
-Samantha
Rodríguez Santiago